lunes, 9 de agosto de 2010

¡APASIÓNATE CON LO QUE HACES!


¿Qué porcentaje de las personas en el mundo podrían decir que se apasionan por lo que hacen? ¿Acaso tú tienes esa gran fortuna?


Para saberlo, bien valdría la pena cuestionarte dos cosas: “Lo haría aunque no me lo pagaran?” y “¿Me levanto con gusto por las mañanas?” Cuando te dedicas a hacer lo que te gusta, te sientes vivo, pleno, conectado. Ignoras el paso del tiempo. “Fluyes”, como diría Mihail Csikszentimihalyi, quien acuñó este concepto.

Los elementos básicos

Cuando uno cree saber mucho –o por lo menos, haber leído mucho-, llega siempre el trancazo que te sitúa y, con él, el asombro. Leer el libro A New Earth, de Eckhart Tolle, me ha dejado con la boca abierta de principio a fin. He tenido que leerlo y releerlo con la esperanza de absorber un poco la sabiduría de su contenido. Lo que más me gustó fue su concepto de: “Los tres elementos a valorar cuando hacemos una tarea, que son: aceptación, gozo y entusiasmo”, los cuales comparto contigo:
• Aceptar lo que es y lo que tienes que hacer.

• Gozar el momento presente, aquello que haces.

• Entusiasmo por lo que haces.


Cada uno de estos tres representa una frecuencia de vibración en la conciencia. Necesitas estar atento y asegurarte de que alguno opere cuando hacer algo, desde la tarea más simple, hasta la más compleja. Lo determinante, de acuerdo con Tolle, es que si al hacer algo no sientes ninguno de los tres, entonces revises minuciosamente y comprobaras cómo creas sufrimiento en ti y en los demás. ¡Es cierto!

Aceptación

Hay ocasiones en que la vida nos pone a prueba y evalúa nuestro tamaño como seres humanos, nuestra calidad y de qué madera estamos hechos. Las pruebas son tan pequeñas como tener que cambiar una llanta ponchada en medio de la carretera en una noche lluviosa, o tan grandes como el anuncio de que tu hijo nacerá con alguna discapacidad. ¿Puedes hacer algo para cambiar las cosas? No. Tus alternativas son dos: sentarse a llorar y quedarse en la autocompasión, o bien llorar, aceptar las cosas como son y crecer ante la circunstancia.

En el momento en que lo haces, en que dices: “Ni modo, esto me tocó y voy con todo”, el panorama cambia, con cualquier cosa que se presente. Al hacerlo, lo que conseguimos es algo muy importante: paz. Es una manera de rendirte conscientemente a la voluntad divina.

Gaby Vargas
Extraído de la revista Kena

Junio 2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario