lunes, 19 de diciembre de 2011

La inoportuna presencia de Peña en Veracruz.

Vergüenza y cinismo por parte de los organizadores que osaron una vez más en acarrear a la gente para apoyar al precandidato a la presidencia Enrique Peña Nieto.

Es increíble que se sigan realizando estas prácticas que demeritan el trabajo partidista, pues como sociedad nos damos cuenta que es más de lo mismo. Algunos medios de comunicación presentan a los acarreados con frases tales como “nos pagaron el pasaje”, “me dieron una torta y un agua”, “venimos a una protesta”, “los sindicatos nos apoyaron”. Es decir, vergüenza y cinismo por parte de los organizadores que osaron una vez más en acarrear a la gente para apoyar al precandidato a la presidencia Enrique Peña Nieto.

Como sociedad es menester cuestionarnos sobre las viejas prácticas de quienes se dicen son del nuevo PRI. Ni son nuevo PRI, ni han dejado las prácticas. La inoportuna presencia de Enrique Peña al puerto ha sido para mover los reflectores públicos en el arranque de su precampaña y para ello hubo que movilizar a la gente, principalmente aquélla que por su ignorancia y su necesidad (muy alta por cierto) se deja llevar por las baratas de los que hacen la talacha para el partido. Y el resultado es una avalancha de “simpatizantes” que se manifiestan en favor del precandidato que olvida los nombres de sus libros. Esta operación es conocida como “acarreo”, frase que nació en los gobiernos del PRI y que al parecer sigue y seguirá habiendo hasta que la sociedad se canse de lo mismo. Desgraciadamente hay un sector de la sociedad que está dispuesta a ser acarreado aunque sea en condiciones insoportables.

Para que haya una verdadera participación ciudadana tiene que haber libertad y convicción personal, no tortas, aguas y refrescos. Esto es lo grave de un proceso electoral que apenas va comenzando y que va medrando en las conciencias de los jóvenes y del país entero para simular que el proceso va por buen camino. Por ello hay que hacer un llamado a todos los actores políticos y a la sociedad para frenar de una vez por todas estas prácticas que mucho dañan a Veracruz y a México. Tan simple como negarse rotundamente cuando nos ofrezcan la torta, el agua, el pasaje y el refresco. A final de cuentas, ¿qué hubo de nuevo en el discurso de Peña?

Por: Ricardo Garcés Torres. Presidente MPM

No hay comentarios:

Publicar un comentario